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19.5.13

Sus ojos


Todo olía a ella. Cada recuerdo, estaba impregnado con aquel olor.

Creedme, aquella chica estaba un poco loca, pero hay quienes dicen que las mejores personas lo están. Era morena, su pelo no era demasiado largo, aunque, llevaba un flequillo que tapaba uno de sus ojos. Aquellos ojos… creo, que él se enamoró de ella por aquellos ojos, no eran de un color que llamase la atención, pero estaban llenos de vida, de emociones, de alegría. Para que engañaros, él creía que ella era perfecta, la mejor de todas, aunque asumía que tenía sus fallos.

El último día, su último día juntos, tan solo un abrazo, apenas hablaron. No lo necesitaban, se lo dijeron todo en unos instantes. Aquel día llevaba su perfume, ahora cada vez que pasa por aquel lugar, la ve allí, y cada vez que huele ese perfume por la calle, recuerda a esa chica, con la que un día… aprendió a soñar y soñó a ser.

17.5.13

Momentos


Sus ojos azules eran lo último que veía antes de cerrar los ojos cada noche. No estaba a su lado, pero no podía dejar de pensar en ella ni un instante. Su pelo, y esa forma tan suya de apartarlo de su cara para mirarlo a los ojos. Esos labios, que dibujaban sonrisas cada vez que se cruzaban sus miradas, y esas manos, de las que costaba despedirse tras un abrazo.

Ya no merecía la pena luchar por algo imposible, pero a él le encantaba que ella fuese su última imagen cada noche, y lo primero en lo que pensaba al amanecer. Jugaban a mentirse, a hacerse daño, pero en el fondo… ¿qué es el amor? Tan solo es un juego, en el que, como diría Sabina, un par de ciegos, juegan a hacerse daño.

Ambos jugaban, el perdía, pero cada momento a su lado era perfecto, todo merecía la pena. Incluso ver como ella iba con otros, pero seguían cruzando sus miradas, intercambiando sus sonrisas, pero al fin y al cabo, tan solo era un juego de dos.

Y en los juegos, siempre hay quien pierde, quien gana, pero en este caso, el que perdía ganaba momentos. Esos momentos, que hacen una vida, que aunque estés triste te sacan una sonrisa, porque ella tenía detalles que te hacían ser feliz.

Las puertas del cielo.


¿Y si ella te abre las puertas del cielo?

Quizás, con cada gesto te esté invitando a pasar, a formar parte de ella, de su vida. A ver lo que hay tras las puertas del cielo. Aunque para ti el cielo se ella, no necesites más. Tu mundo, su mirada. Despertar a su lado cada día sería un gran regalo.

¿Y si pierdes esa oportunidad?

Puede que si pierdes esa oportunidad no tengas otra jamás. Los trenes rara vez pasan dos veces por una misma parada. Tú, no serás una excepción. El tren pasó, perdiste la oportunidad.

Aún no sabes lo que has perdido. Su mirada, tu mundo, su sonrisa, sus gestos, sus caricias. Sus sueños y anhelos, verla dormirse cada noche y despertar cada mañana. Ahora no podrás hacerla la mujer más importante del mundo, ahora tan solo serás uno más, otro más.

Aprovecha cada abrazo, cada mirada que te lanza, cada vez que puedas disfrutar un segundo a su lado, porque si ella es tu mundo, un segundo a su lado serán cinco minutos de paz, de felicidad. Porque, quizás ella… sea quién te abra las puertas del cielo.

12.5.13

Disfruta...


Un abrazo, una sonrisa, una mirada. Seguro que de cualquier otra persona podría parecerte un gesto insignificante, pero no de ella, cuando ella lo hace parece que tu corazón se va a salir de tu pecho. La verdad, es que estoy seguro de que deseas que pase, anhelas esos momentos en los que ha pasado y harías cualquier cosa por volver a ellos.

Puede que, un simple abrazo no te conduzca a nada, que tan solo sea eso, un abrazo. Pero si ese instante en el que estás junto a ella eres feliz, para ti, cada abrazo es un mundo, un instante lleno de cosas que desearías tener pero no tienes.

Te mira. Le miras. Parecéis dos niños pequeños jugando. Te mira, te escondes, le miras, te sonríe. Es un juego, de los dos, de ninguno. Es el destino el que juega con vosotros, el que hace que crucéis las miradas, que os sonrojéis y que ni os atreváis a cruzar más de dos palabras. ¿Pero necesitas esas palabras? ¿No te dice lo suficiente su mirada? ¿Y su sonrisa? Piénsalo, juega, pásatelo bien, disfruta y aprovecha tu vida, las oportunidades que esta te brinde.

Pero sobretodo… no dejes que ella escape, no te permitas no rozar sus labios, no sentir sus abrazos. NUNCA. Si quieres LUCHA, si quieres TRIUNFA.

Puede que no hoy, no mañana, puede que no sea con ella, pero… no dejes de intentarlo. Nadie te regalará nada, y menos esta vida. Si crees que merece la pena lucha, no escribas cuatro líneas dónde lloras porque ella no está. Se valiente. Ella se lo merece.