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19.9.20

Nunc et Semper

Querida nadie:

Te escribo porque no puedo escribirte. Llevo horas pensando en ti, sin cesar. Supongo que oír el repicar de la lluvia en los cristales y pensar en esa agua cayendo pero contigo a mi lado en el coche evoca cosas que son imborrables. No dejo de mirar tus fotos, de escribir y borrar continuamente, de ver tus redes sociales, a ver si te encuentro.

Nadie, estás tan clavada dentro de mi corazón que apenas sé cómo sacarte de ahí si no es arrancando de cuajo mis latidos. Supongo que este dolor de nada y estás ganas de ti no se irán tan fácilmente. Escribir es mi única manera de escribirte y me estoy dejando el alma en estas malditas letras. Salen a borbotones de mis manos y mi cabeza no es capaz de gestionarlas todas. Tienen un destino, tus pupilas, y estoy loco por intentar conquistarlas.

Sí, loco, que soy un loco. Pero las mejores personas lo están y supongo que una locura sostenida, apoyada y fundamentada es tan bonita como una cordura sobrellevada por la sociedad. Un amor loco, una historia loca y mi nombre retumbando por unas escaleras que quizás nunca más nos vean allí, unidos, comiéndonos los miedos y creando sueños, inertes, inalcanzables.

¿Me puedes explicar cómo llegaste hasta aquí? ¿Por qué sigues aferrada a este maldito corazón que no sabe latir si no es por ti? Joder. Tengo un nudo en el estómago, las pulsaciones disparadas y los labios temblando. Te recuerdan mis ojos y se deshacen en lágrimas. Hace tanto tiempo que no soy contigo, que ni recuerdo lo que era sin ti.

Quiero escribirte. Quiero gritarte al oído susurrando que si estás cerca lo tengo todo. 

Quiero poder decirte todo lo que nos hemos perdido. Nadie, tengo un hueco aquí al lado de mi corazón, con los restos que dejaste. No sé si soy capaz de reconstruirlo, pero sin duda siempre me faltará esa pieza que te llevaste. Tengo que confesarte que no era una, son demasiadas, y sin ellas esto no funciona. He probado a mantener todo alejado de ti, de tu recuerdo, de nuestros recuerdos. Soy incapaz, nadie.

No puedo más.

Esto es una declaración de intenciones. Necesito volver, aunque sea un instante, a saber que tienes esa sonrisa al otro lado de la pantalla. O a encontrarnos a más de dos metros de distancia, a vernos sin asumir que nos hemos visto. O volver a volver. Volver a donde una vez vimos el atardecer, sin saber que sería el último. 

Quizás yo sea un error. El fango al que te lleva la vida para darte cuenta de lo alto que puedes llegar. Pero sólo quiero verte volar. Tan alto, lejos y fuerte como puedas. 

Porque, querida nadie, nunc et Semper, ahora y siempre estaré atento a esas alas.Querida nadie, te echo de menos y te escribo porque me mata no poder escribirte.

Y supongo que las personas, al igual que las cosas, las importantes, no se ven, solo están y permanecen. Siempre anhelamos nuestros deseos rezando alcanzarlos.

Yo permanezco, ahora y siempre.

Nunc et Semper.


M.